martes, 15 de julio de 2014

EL SACRIFICADO MUNDIAL DE MESSI

             El gol de Gotze para Alemania, en la final de la copa del mundo de Brasil, dejó a un país argentino divido en el pensamiento acerca de la actuación de Lionel Messi en la competencia más importante a nivel de selecciones. Para algunos el rendimiento del diez no fue el esperado, debido a que sus dos últimas actuaciones no fueron determinantes para el equipo conducido por Alejandro Sabella. Pero continuando con ese pensamiento impuesto por parte de la sociedad Argentina : ¿Por qué no terminó siendo ese jugador desequilibrante que fue en la primera ronda?.
          Sabella dio un vuelco de timón luego de la primera fase del campeonato. Obligado por la gran cantidad de situaciones de gol que tuvieron sus rivales y que hicieron figura a Sergio Romero, sumado a las dificultades que tuvo la selección en defensa y, además, al bajo rendimiento de algunos de sus jugadores, como fueron los casos de Fernando Gago, Sergio Aguero (lesión incluida) y Federico Fernández, terminaron de convencer al entrenador de cambiar para las series de eliminación directa.
         En definitva, el DT oriundo del barrio de Tolosa de la ciudad de La Plata, metió mano y pasó de un sistema ofensivo a uno mas precavido, no defensivo. En consecuencia, realizó dos variantes que le dieron un orden que no había tenido antes. La experiencia de Demichelis le ganó a la juventud e inseguridad de Fernández y el buen momento de Biglia hizo lo mismo ante el pobre desempeño de Gago. El resultado final de esas modificaciones terminó siendo positivo porque Argentina nunca mas volvió a sufrir en el plano defensivo. Asimismo, en la mitad de cancha creció la figura de Javier Macherano, producto de como fue rodeado por Sabella.
             Pero volvamos a la hipótesis realizada en el primer párrafo: ¿Por qué Messi, el mejor jugador del mundo, no terminó el mundial como lo empezó?. El torneo de "la pulga" fue muy bueno ya que fue figura en los tres primeros partidos, convirtió cuatro goles y fue clave para que el seleccionado albiceleste lograse la clasificación a la segunda ronda. Incluso fue el artífice de una jugada soberbia de su parte que terminó con una definición exquisita de Ángel Di María, en el 1 a 0 ante Suiza, por los octavos de final. De hecho, en cuartos, comenzó la maniobra, en el gol de Higuaín, con un robo de balón en mitad de cancha al belga Kompany. Sin embargo, las pocas chances de gol, sumado a la nula efectividad que tuvo desde ese cambio de sistema por parte del entrenador, hicieron pensar  a muchos que el diez no terminó desarrollando una buena copa del mundo.
               En todo caso, si Lionel no pudo brillar, como lo venia haciendo en su extraordinaria carrera, no fue por su falta de compromiso con la camiseta Argentina, ni por un bajo nivel de su parte, ni mucho menos porque Sabella no lo haya podido rodear bien; sino por el pobre rendimiento de los jugadores que mejor se entendieron con el a lo largo de las eliminatorias. Gago no fue su pase directo, ni el jugador que tirase una pared, ni Aguero estuvo a la altura y nunca fue esa dupla que parecía  imparable antes de este mundial . Esas pequeñas sociedades no funcionaron y se vio afectado en el juego de Lionel. A su vez, la lesión de Di María influyó mucho ya que perdió al jugador veloz que volaba a su alrededor cada vez que el agarraba la pelota.
                 En definitiva, como dijo José Mourinho, uno de los entrenadores mas ganadores de este deporte, "Messi se sacrificó por el equipo". Y, realmente, fue así. El rosarino jugó ante Bélgica un muy buen encuentro desde lo táctico, entendiendo que debía aguantar la pelota lejos de su campo para evitar que la misma regresara con rapidez. Logró mantener el balón e hizo que los rivales le cometan faltas, dándole un respiro necesario a sus compañeros. Claro que si entraba la última jugada, en la que quedó mano a mano con Courtois, el periodismo y parte de la sociedad lo hubiese destacado como el mejor jugador el partido.
               Es cierto que ante Holanda no tuvo una gran actuación, aunque pudo haber sumado algunos puntos mas si Maxi Rodriguez convertía el gol, en una de las pocas jugadas claras que tuvo Argentina, luego de una gran jugada personal del delantero del Barcelona español. Si analizamos ese encuentro podemos observar que el juego pasó por la mitad de cancha, donde tuvo a Mascherano como figura. Ninguno de los cuatro delanteros de ambas selecciones pudieron sobresalir. Ni Robben, ni Van Persie por parte del conjunto holandés, ni Higuaín ni Messi por el lado argentino.
                   Por otra parte, vale recordar que esa madrugada del miércoles nueve de julio no fue una mas en la vida de Lionel. Despertó con una triste noticia, debido al fallecimiento del periodista y amigo suyo Jorge "topo" López. Solo el sabrá si influyó o no en su rendimiento, pero cualquier profesional y por mas crack que sea, ante un acontecimiento tan doloroso como ese, es normal que se vea afectado.
               Por último, llegó la final, esa final que vino soñando desde chico. Agregado el valor contextual ideal ya que era en el Maracaná, colmado de brasileños vestidos de alemanes y de argentinos que siempre estuvieron a lo largo de esa competición. Esta vez en menor cantidad, pero con unas gargantas feroces que hicieron latir ese maravilloso estadio con sus canticos.El partido de Lionel fue de mayor a menor. Arrancó siendo imparable para los defensores de Alemania, incluso tuvo dos situaciones claras para abrir el marcador, pero falló en la definición. Luego se vio afectado por el cansancio, al igual que el resto del equipo, debido a la gran cantidad de minutos que venían jugando. 
                  En conclusión, el mundial del crack argentino fue muy bueno. Seguro que pudo haber dado mas, pero el no haber encontrado el socio ideal, ya sea por bajos rendimientos o por lesiones, le jugó una mala pasada. Un equipo se construye en base de pequeñas sociedades y a Messi le faltaron esos "hermanos" , por decirlo de alguna manera, dentro de la cancha que se entendieron a la perfección con el en las eliminatorias. Lo que no se le puede reprochar es el sacrificio y el haberlo dejado todo por la camiseta Argentina que tanto ama.



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