Lo goleó 5 a 0. Cristaldo, Palacios, Chàvez, Calleri y Bentancur convirtieron los goles. El Millonario terminó con ocho jugadores por las expulsiones de Mayada, Sánchez y Teo Gutierrez.
Fue una noche histórica e inolvidable para
todos los hinchas xeneizes, de esas que no se olvidan y que quedara en la
retina de cada uno de ellos. Alrededor de 45 mil espectadores coparon el estadio Islas Malvinas de Mendoza y
fueron testigos de la aplastante goleada por
5 a 0 que le produjo Boca a River.
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Foto: Cancha Llena |
El partido tuvo un comienzo parejo, con
situaciones de peligro en los dos arcos y con otra entrada fuerte de Lionel
Vangioni, que a los diez minutos bajó a Sebastián Palacios y se ganó la primera
tarjeta amarilla del encuentro. El conjunto de Rodolfo Arruabarrena se puso al
frente en el marcador a los quince, luego de un grosero error de Maidana que
fue aprovechado por el juvenil Cristaldo, que ya le había marcado a River en el
clásico de Mar del Plata. El Millonario estaba partido en la mitad de cancha,
era Kranevitter contra todos. Rojas muy lejos del mediocampista central y
Mayada perdido. Esto era aprovechado por Boca que robaba la pelota y salía
rápido en busca de sus delanteros que siempre les ganaban las espaldas a los
defensores rivales.
A los 20 minutos, Chávez metió un pase “riquelmeano”
para dejar cara a cara a Palacios con Barovero y el ex Arsenal marcó el segundo. Boca
machacaba a River de contraaataque. Precisión en velocidad y efectividad mostraban
los once que puso el Vasco, beneficiado por los enormes huecos que dejaba la
defensa riverplatense. La sociedad entre
el juvenil y el ex Banfield iba a continuar dándole alegrías a sus hinchas. A los 30 se revirtieron los roles, esta vez
Palacios lo dejó solo a Chávez y este no perdonó. 3 a 0. Increíble, pero real.
River no daba pie con bola, estaba
desorientado, con ganas de que se terminara ese vergonzoso primer tiempo, pero
faltaba algo más. Mayada cometió una segunda infracción, ya tenía amarilla y
Abal le mostró hacia donde quedaba la salida de la cancha. Al entretiempo 0-3 abajo y con uno menos.
Antes de iniciarse el complemento, el
muñeco movió el banco de suplentes. Ingresaron: Balanta por Vangioni, Pezzella
por Maidana y Sánchez por Mora. Sin dudas, el entrenador del último campeón de
la copa sudamericana buscaba proteger el ordenamiento defensivo para que no le
conviertan más goles. Sin embargo, Sánchez se fue expulsado por un supuesto
insulto al árbitro y ese orden buscado quedó sin efecto. Además, y de manera
infantil, Teo Gutiérrez también se iba a ir al vestuario antes de la finalización
del encuentro por una patada a Gago. River quedaba con ocho jugadores en campo.
Boca aflojó el acelerador y empezó a
manejar la pelota de un lado a otro haciendo desgastar a su rival, algo que no
les gustó a Arruabarrena que insistentemente insistíó en que sus jugadores
vayan por la concreción de más goles. Para eso metió a Calleri y fue el ex All
Boys el que puso el 4 a 0, mientras que el jóven Betancur marcó el quinto y
definitivo.
Fueron noventa minutos que dejó al club de
la Rivera eufórico por el gran resultado obtenido y a un River en un mar de
dudas. Boca se llevó la copa y además los dos superclásicos del año, marcando
seis goles y no recibiendo ninguno. La fiesta en Mendoza fue para el xeneize,
el verano también.
MIRÁ EL RESUMEN Y LOS GOLES DEL PARTIDO