Gimnasia lo ganaba 3 a 1. Estudiantes se lo empató sobre la hora y se impuso en los penales. Alvaro Pereyra se fue expulsado. Damonte definió la serie.
Estudiantes y Gimnasia trasladaron el clásico de la
ciudad de La Plata a Mar del Plata y desempeñaron un partido brillante que tuvo
todos los condimentos: seis goles, un penal, una expulsión y definición por
penales. ¿Qué más se puede pedir?
El cero se rompió muy rápido. A los cuatro minutos, Oliver
Benítez, desde mitad de cancha, lanzó un centro al área que tomó desprevenido a
todos los defensores pincharratas, no pudo controlar Vegetti y Maxi Meza apareció por
detrás para marcar el 1 a 0. En efecto, al equipo de Pellegrino no le
quedó otra que salir a buscar el empate. Hecho que le provocó desorganización en
la línea defensiva, algo que Gimnasia comenzó a aprovechar, sobre todo a las
espaldas de Cerutti y Auzqui.
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Foto: Diario Hoy de La Plata |
A medida que fue pasando el tiempo, el pleito se
emparejó. Estudiantes empezó a avisar lo que terminó sucediendo. Primero lo
tuvo Vera con una hermosa chilena que dio en el travesaño, pero llegando a la
media hora, Alvaro Pereyra mandó un lateral al área tripera que Oreja no
alcanzó a despejar y posibilitó que Auzqui tomara la pelota y de volea dejara
sin chances a Bonnin. Luego de haber marcado la igualdad, el León tuvo un mano
a mano que no aprovechó Aguirregaray.
Ya sobre el final, cuando todo el mundo se preparaba para
la charla del entretiempo, llegó algo inesperado: Corner para el Lobo, centro
al área, agarrón claro de Shunke a Barsottini y Maglio que señaló el punto de penal.
Licht lo cambió por gol. 2 a 1 y al descanso
El segundo periodo tuvo al conjunto del Bosque como
protagonista. Con un Meza encendido, encarador y desequilibrante logró
contragolpear y llegar con peligro al arco defendido por Hilario Navarro. Incluso,
a los 20, Licht anticipó en mitad de cancha y le dio un pase a Vegetti que, de
manera brillante y casi de memoria, dejó pasar la pelota entre sus piernas para
que Meza marque el tercero. El resultado parecía sentenciado. Aún más, cuando Álvaro
Pereyra se fue expulsado por un supuesto insulto al juez de línea.
Sin embargo, a pesar de estar con diez hombres y dos
goles abajo en el marcador, Estudiantes revirtió la dificultosa situación.
Pellegrino echó mano al banco de suplentes. Metió a Luciano Acosta y fue el ex
Boca quien descontó, después de una desatención de la defensa tripera, para
darle vida a un equipo que parecía noqueado.
Por el contrario de lo que cualquiera se pudo haber imaginado,
Gimnasia se metió atrás y lo terminó pagando caro. Sobre el final, Acosta mandó
la pelota al área y Verá conectó con la nuca para marcar el empate definitorio
y postergar la definición a los penales. Sí Vera, el mismo verdugo del último
choque por copa sudamericana del año pasado y que terminó con el pincha
eliminando a su eterno rival.
En los penales, para el albirrojo, convirtieron:
Carrillo, Prediguer, Aguirregaray y Damonte le dio la alegría a sus hinchas que
se acercaron en gran masa al Minella. Acosta desvió su remate que terminó
pegando en el palo. Del otro lado marcaron: Meza, Fernández y Mazzolla,
mientras que Licht no pudo ante Navarro y Vegetti tiró su remate por encima del
travesaño. Fue 4 a 3 para Estudiantes desde los doce pasos, que festejó una
victoria trabajada y casi milagrosa. Gimnasia dejó pasar otra posibilidad
aunque mostró mejores síntomas de cara a lo que viene.
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